El otro día vivimos una experiencia fascinante. Hacía mucho tiempo que la curiosidad y los buenos comentarios que nos llegaban sobre el Mas de Bunyol nos habían hecho plantearnos visitar el observatorio de aves del Matarraña. Durante las Navidades vimos que era el momento perfecto para pasar un día en familia realizando una actividad diferente que, además, nos hiciera conocer mejor la maravillosa zona en la que, por fortuna, vivimos.

A las nueve de la mañana teníamos una cita en Valderrobres, habíamos quedado con, el cariñosamente apodado, “Buitreman”. Condujimos por la pista que nos llevaría a la finca y, tras unos minutos, llegamos al observatorio. Desde allí pudimos disfrutar de un espectáculo único precedido por una curiosa explicación. El sonido de las aves y el increíble momento en el que se da de comer al centenar de buitres que, a diario, bajan a comer el manjar que les preparan, nos hicieron vivir un momento único.

En definitiva, tras haber visto estos preciosos y enormes animales tras unos cristales a pocos metros de ellos, haber sido contagiados por la emoción con la que los dueños de la finca realizan su trabajo y por el amor por la naturaleza que transmiten…podemos, simplemente, recomendar altamente la visita al Mas de Bunyol.

(Página web del observatorio): http://www.masdebunyol.com/